Cuando vi por primera vez a Carol junto a Simone, supe desde el primer momento que su boda sería única, emotiva y divertida, y esta fue su boda en Collado Villalba, en la finca «El Corral de los Vacos».
Comenzaron a preparar su boda con mucho tiempo. Las veces que nos juntamos, pude ver como iban preparando cada detalle del día con muchísimo mimo, gusto y amor. El día se su sesión de preboda, dimos un paseo por los pinares de Cercedilla, pudiendo ser testigo de esta bonita relación que existe entre ellos.
Los preparativos del novio.
Simone se preparó en El Abejarruco, una espectacular casa rural en Cercedilla.
Para esta ocasión, Simone estuvo acompañado por su madre y muchos de sus amigos que vinieron desde Italia para este momento tan importante. Que decir de los amigos del novio, no dejaron de reír y hacer reír durante todo el día, permitiéndonos disfrutar junto a ellos.
Los preparativos de la novia.
Mientras tanto, Carol se preparaba para este día en una casa con muchísimo encanto en el centro de Cercedilla.
Como es costumbre en su grupo, todas sus amigas se acercaron a saludarla y a emocionarse al verla por primera vez de blanco radiante.
No solo estuvieron sus amigas, también le brindaron todo su cariño su familia, que no paro de decirle lo guapa que estaba.
La ceremonia.
Esta boda en el Corral de los Vacos, de Collado Villalba, tuvo de todo. Cuando salimos de casa de la novia hacia la finca, pudimos observar muchos nubarrones que cubrían el cielo, por lo que parecía que la lluvia podía hacer su aparición en algún momento de la tarde.
La emoción estuvo muy presente a lo largo de la ceremonia, por lo que casi todos los asistentes lloramos durante varios pasajes de la boda.
Sin embargo ademas de la emoción y el buen rollo, el nerviosismo fue aumentando a medida que avanzaba la tarde, ya que la cena estaba preparada para ser en el exterior y las nubes no dejaban de ponerse más oscuras.
Al llegar la noche, la lluvia hizo su aparición y por lo tanto, la cena tuvo que servirse en un salón preparado para la ocasión, alterando todos los planes a último momento, pero esto no fue impedimento para que el día sea grandioso.
Como bien dicen, no hay mal que por bien no venga, y por eso aprovechamos la lluvia para obtener una de las fotografías más románticas que he realizado. Espero de corazón que sea cierto el dicho aquel que dice «Novia mojada, novia afortunada» porque sin lugar a dudas que Carol y Simone son una pareja encantadora que contagian su humildad, buen rollo y alegría a quienes tienen la suerte de conocerlos.
Es así como terminamos el resumen de esta boda en el Corral de los Vacos, de Collado Villalba. Si quieres puedes ver nuestras mas de nuestras bodas aqui.